María – Trasplantada

¡Hola! Mi nombre es María y tengo 21 años. Al cumplir los 19 decidí hacerme donante de médula; siempre me han dado reparo las agujas pero la idea de ayudar y ofrecerme así a alguien me fascinaba.

Dos meses después llegaría septiembre, la vuelta a clase… pero no fue así. Una mañana me desmayé y mis padres me llevaron al hospital, donde permanecí ingresada unos días para hacerme pruebas. Finalmente conocí al equipo de hematólogos del hospital, que a los pies de la cama me anunciaron que tenía leucemia.

El principio del tratamiento fue un caos, la quimioterapia no hacía efecto y el proceso parecía que iba a ser interminable, pero todo cobró sentido cuando las hemátologas me anunciaron, esta vez, que tenía un donante compatible al 100%.

Gracias a Dios y a mi donante sigo en el camino, donde me acompañan siempre mi familia, amigos, hematólogos, enfermeras… Mi donante me ha dado lo que la leucemia me iba a quitar.

Mi suerte es la de aquellos que conseguimos un donante, pero mi sueño es que todos los pacientes no tengan suerte, sino un donante.

¡DONA MÉDULA!